Todos los materiales de construcción experimentan impactos negativos por la exposición al fuego.
Uno de los grandes mitos sobre la madera, es que arde muy fácilmente. Y es que no son pocas las primeras reuniones con nuestros clientes en las que no aparezca esta duda. La madera arde, claro que arde, a nadie vamos a engañar, pero al igual que para cualquier material de construcción, la madera está sometida la misma normativa y reglamentación de protección contra el fuego, las cuales cumple sin ningún problema, es más, a diferencia de otros materiales, la madera es el único que se autoprotege del fuego.
Las estructuras de madera han respondido a las necesidades de la sociedad desde la década de 1700, desde casas unifamiliares hasta edificios plurifamiliares, propiedades comerciales e industriales de mayor tamaño y de varios pisos. La madera también tiene un historial comprobado de seguridad, evidenciado por su uso en la construcción de viviendas, y algunas de las arquitecturas no residenciales más innovadoras de la actualidad.
El Código Internacional de Construcción (IBC) considera la gestión del impacto del fuego y la prevención de la ignición en su orientación sobre la resistencia al fuego. Los productos de madera pueden ser responsables de las funciones de carga, funciones de separación, o ambas. Como resultado, el IBC considera los siguientes factores a la hora de determinar la resistencia al fuego, o el tiempo durante el cual un componente o ensamblaje puede continuar su función durante un incendio. Por lo tanto, la resistencia al fuego de un elemento constructivo se mide como el tiempo durante el que es capaz de seguir cumpliendo su función (resistencia, estanqueidad, aislamiento) en una situación de incendio:
La madera se autoprotege ya que la carbonización avanza en dirección perpendicular a las fibras y disminuye a medida que aumenta la capa carbonizada. El aislamiento de esta capa carbonizada es seis veces mayor que el de la madera sin carbonizar. La resistencia mecánica de la zona carbonizada disminuye, pero el resto de la pieza sigue intacta. La marcha de la combustión, a medida que aumenta la temperatura, se puede esquematizar en los siguientes pasos:
La resistencia al fuego puede establecerse mediante 3 alternativas:
Un error frecuente es creer que si se mejora la Reacción al Fuego se mejora la Resistencia al Fuego.
La reacción al fuego solamente hace referencia a la combustibilidad del material y se evalúa con un ensayo específico, mientras que la resistencia al fuego se evalúa con otros ensayos que miden el tiempo que el elemento desempeña su función. En el caso de los elementos estructurales de madera el parámetro principal es la velocidad de carbonización.
La forma de mejorar la resistencia al fuego de los elementos estructurales de madera es:
Reacción al fuego y formas de mejorarla
La forma de mejorarla se basa en la incorporación de productos retardantes del fuego mediante los siguientes tratamientos:
Productos retardantes del fuego
En este apartado se recogen los productos que se pueden utilizar en los tratamientos directos: