Quedan pocos días para que den inicio los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, celebrados este verano en París. Un evento global, cuyo impacto va mucho más allá de lo deportivo. Los Juegos suelen ser el escaparate internacional sobre el cual las ciudades vertebran grandes intervenciones urbanas (¿Os acordáis de Barcelona 1992?) y en esta ocasión Francia pretende que sean los Juegos más sostenibles de la historia.
Se ha planteado que el 95% de las sedes olímpicas sean instalaciones preexistentes o reutilizadas, lo que refleja el compromiso de París 2024 con la eficiencia y la reducción de residuos. Además, después de los Juegos, los toda nueva construcción se comenzará a reutilizar para uso residencial. Así pues, a partir de noviembre 2024, París tendrá un barrio nuevo, eco-responsable y funcional que se integrará en la ciudad del futuro.
A priori es difícil llevar a una verdadera sostenibilidad, puesto que los Juegos conllevan un gasto desmesurado por parte del turismo que visita la ciudad (recursos, residuos, agua, viajes en avión, etc.), pero toda buena intención es más que bienvenida en un contexto global de alerta climática.
El objetivo de la organización es contribuir positivamente al clima limitando las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con los Juegos a 1,58 millones de toneladas equivalentes de CO2, la mitad que en Londres 2012 y Río 2016.
Sumado a que Francia espera reducir las emisiones de carbono en el sector de la construcción en un 55 % para 2030, el objetivo ha sido también hacer reformas energéticas en los edificios ya existentes y construir los de nueva planta con el material más completo del momento, la madera.
Al contrario que la mayoría de las ciudades sede, París ha huido de las clásicas construcciones faraónicas y por ello ha sido un edificio de media envergadura el que se ha convertido en el icono del certamen. Hablamos del Centro Acuático del estudio VenhoevenCS y Ateliers 234. Este edificio es de los pocos de nueva planta que se han construido para los Juegos. Su cubierta, con un impresionante techo curvo de madera laminada reciclada de 80 metros, es el que se ha levado todas las miradas. Hormigón y acero, temblad. La madera ha llegado para quedarse.
Al utilizar madera para esta cubierta, el proyecto duplica el porcentaje mínimo normativo requerido en materiales de origen biológico. La pista cubierta puede albergar hasta 5.000 espectadores alrededor de una piscina de competición única en su especie. Además, el tejado solar será uno de los parques solares más grandes de Francia.
La naturaleza fue la principal inspiración para el concepto de diseño. La naturaleza evoluciona y se adapta continuamente a las circunstancias cambiantes, lo que da como resultado ecosistemas armoniosos y equilibrados. El Centro Acuático invita a la naturaleza misma al corazón de la nueva “ciudad-distrito en ciernes” de Saint-Denis. Esta propuesta muy compacta crea espacio para cien árboles que se plantarán para mejorar la calidad de vida y el aire, estimular la biodiversidad y crear nuevas conexiones ecológicas.
El consumo energético es uno de los grandes retos del proyecto, debido al tratamiento del agua y las exigencias de alta temperatura. Al reducir la demanda de energía y crear un sistema energético inteligente, el 90% de la energía necesaria se puede proporcionar con energía renovable. Todas las sillas de la tribuna tienen un nuevo diseño y están fabricadas con plástico 100 % reciclado recogido en el barrio.
“Como diseñadores, nuestro objetivo era crear más con menos: menos volumen, menos materiales, menos energía, más conexión, más inspiración para hacer ejercicio, más naturaleza, más flexibilidad, más belleza. El resultado es un motor de regeneración urbana de Saint-Denis y del Gran París, una arquitectura tan sobria como sorprendente, pero sobre todo un lugar donde todos se sienten bienvenidos”.
VenhoevenCS y talleres 2/3/4/
La Villa Olímpica ha sido pensada desde el inicio como algo que sea mucho más que una simple residencia para los atletas. Se ha proyectó con la idea de que fuera un barrio ecológico, donde gran parte de los edificios fueran de madera y cuya energía se obtuviera de manera sostenible.
La estructura de los edificios se articula en torno a núcleos de hormigón, que sirven para el arriostramiento de la estructura. A partir de aquí, un esqueleto de pilares y vigas de madera laminada y perfilería metálica de uso puntual, sirven como apoyo para forjados AZURTEC© y fachadas de entramado ligero. Es decir, los bloques estarán levantados con estructura híbrida, combinando madera y acero con núcleos de hormigón.
El sistema AZURTEC© está destinado a edificios de oficinas o residenciales para simplificar la ejecución de grandes edificios. Este sistema industrializado de madera está compuesto por paneles nervados de CLT con aislamiento térmico integrado y se fabrican incorporando placas de yeso precortadas. En luces de 6 a 12 m, el espesor del conjunto se reduce de 10 a 12 cm facilitando el paso de conductos y la integración de luminarias, con un ahorro de materia prima (cada 100 m2 de forjado se ahorran 1,25 toneladas de acero y 3 m3 de madera).
Al sumar estos tres materiales es posible asumir mayores luces y mayor altura, logrando plantas más libres con menor número de apoyos. Este diseño simplifica la distribución interior y permitirá de manera rápida y sencilla las modificaciones requeridas para el cambio de uso que se llevará a cabo al finalizar los Juegos.
Más allá del sistema constructivo, se han implementado soluciones innovadoras como sistemas de refrigeración geotérmica, que mantienen la temperatura de los apartamentos a niveles confortables sin necesidad de aire acondicionado convencional. El director de la Villa Olímpica, Laurent Michaud, explicó que este sistema utilizará agua enfriada a 4°C desde pozos subterráneos, lo cual permite “enfriar los edificios entre 6 y 10°C respecto a la temperatura externa”.
Un tercio de las cubiertas están equipadas con paneles fotovoltaicos, mientras que otras tienen jardines destinados a reducir la temperatura interior y el efecto albedo. Entre los edificios se dejan grandes ventanas con vistas al río Sena para formar túneles de viento que llevaban el aire fresco cerca del río lo más hacia el interior del barrio.
Estos edificios de la Villa Olímpica y Paralímpica de París 2024, servirán al vecindario del distrito de Seine-Saint-Denis como un nuevo e importante distrito residencial con amplias instalaciones de ocio, comerciales, comunitarias y educativas. El arquitecto francés Dominique Perrault diseñó la villa planteando con 2.200 viviendas, 800 unidades estudiantiles y 190.000 m² de actividades, oficinas y servicios relacionados.
Los Juegos Olímpicos de París 1924 son recordados porque fueron los primeros donde se construyó una Villa Olímpica, llamada entonces Pueblo Olímpico. Entonces se erigieron pequeñas cabañas cerca del Estadio Olímpico Yves-du-Manoir para que los atletas tardaran menos tiempo en llegar a sus competencias. 3.075 deportistas de 44 países.
Cien años después no pueden haber cambiado más las cosas, siendo en este caso una la Villa el ejemplo a través del cual vemos hacia dónde está encaminada la humanidad.
El compromiso del gobierno Francés con la reducción de emisiones llega varios niveles, no solo con las nuevas edificaciones. Un total de 14.250 camas fabricadas con materiales reciclables. Los taburetes y asientos se han fabricado con cartón, lo que significa que se pueden reciclar fácilmente después de los Juegos Olímpicos.
La calle principal de la villa cuenta con cinco filtros de aire exteriores que pueden limpiar el 95% de partículas. Torres gigantes diseñadas como aspiradoras para aspirar el aire contaminado y filtrar las PM2.5 y PM10. Incluso se ha construido una experimental acera de conchas marinas, que supuestamente absorbe el agua que se evapora con el calor para mantener frescos a los transeúntes.