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¿Por qué usar la madera como material de construcción es una práctica ética y responsable?

Como muchos sabéis, Arquima es una empresa que se dedica a la construcción modular con criterios de construcción pasiva, ecología, sostenibilidad y máxima eficiencia energética. El material de construcción que más usamos es la madera, y somos muy conscientes de los enormes desafíos ambientales a los que nos enfrentamos.

 

A su vez, somos conscientes de nuestra obligación de combatir el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero y la producción de dióxido de carbono frente a un mundo en rápida y constante urbanización.

 

Así que, como arquitectos nos plantemos, ¿qué podemos hacer para poder cambiar esta situación o, al menos, intentar mejorarla? Como ustedes saben, Arquima es una empresa que ha basado su core business en implementar el diseño de Casas Pasivas allá donde podamos, sin importar la escala del proyecto. Todos los días nos esforzamos por crear edificios eficientes energéticamente, con una energía operativa muy baja.

 

Sin embargo, si queremos que nuestros edificios sean realmente eficientes energéticamente, hay otra cosa que debemos considerar, y es la energía necesaria para construir la envolvente.

 

Hay sectores que han sugerido que debido a los materiales adicionales que se usan para la construcción de una casa pasiva, se puede necesitar más energía que en una construcción tradicional.

 

Aunque la energía operativa sigue siendo una parte muy grande del consumo de energía en el ciclo vital de un edificio, a medida que reducimos nuestra energía operativa a través del diseño pasivo de la casa, la energía incorporada se convierte en una gran parte de la energía total utilizada.

 

Arquima

 

 

Ahora, pensemos en una ciudad moderna, hecha de acero y hormigón. Si bien estos dos materiales tienen grandes cualidades propias, su producción requiere procesos industriales pesados y de altas temperaturas, lo que exigen enormes cantidades de energía y producen toneladas de carbono.

 

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La madera siempre ha sido considerada una alternativa más respetuosa con el medio ambiente, sin embargo los edificios tradicionales no son fácilmente escalables más allá de algunos casos aislados.

 

Los productos de madera de ingeniería masiva como la madera laminada cruzada y el laminado han sido populares en Europa durante mucho tiempo, pero sólo ha sido en esta última década cuando realmente han calado en la sociedad.

 

A diferencia del hormigón y el acero, la ingeniería de la madera requiere de muy poca energía en su producción y no depende de la extracción de grandes cantidades de materiales orgánicos.

 

Fuertes y robustos, estos productos de madera se anuncian como la solución para realizar grandes construcciones de madera. Ya hay torres de hasta 10 pisos de altura, e incluso hay una propuesta para una torre de 80 pisos en Londres, que ya ha ganado el apodo de “The Splinter“.

 

El impacto ambiental de la madera se reduce aún más cuando se considera la eliminación de CO2 de la atmósfera y se almacena en forma sólida o líquida.
Los árboles más jóvenes tienden a eliminar más CO2, mientras que los árboles moribundos liberan carbono a medida que se descomponen. Usando sólo árboles jóvenes, convirtiéndolos en productos de madera y luego replantando otros, se puede crear un ciclo continuo mediante el cual el carbono es aspirado de nuestra atmósfera y utilizado para construir nuestros edificios.

 

 

Una de las preguntas que se suelen hacer profesionales y particulares es si el uso de la madera como material de construcción está animando la tala de árboles. Para que se haga de una manera responsable y sostenible, es vital que los arquitectos sólo trabajen con fabricantes que se dediquen a prácticas forestales responsables y certificadas.

 

Afortunadamente, hay muchos proveedores de madera responsables y certificados. Desde el momento en que el árbol es plantado, hasta que el producto terminado llega al lugar de destino, la madera está bajo la administración de una sola compañía obligada por los estrictos requisitos de las agencias de certificación. Gracias a las regulaciones de estas agencias el crecimiento neto de los bosques ha aumentado a un ritmo más rápido.

La metrópolis del mañana podría ser un bosque de edificios de madera. La construcción de madera es mucho más factible de lo que muchos piensan. Es cierto que es una nueva tecnología, pero en combinación con las estrategias de construcción de una casa pasiva promete ser una opción increíblemente ética para los arquitectos que están comprometidos con dejar un impacto positivo en su entorno construido.

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