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Materiales tóxicos en nuestros hogares y sus alternativas naturales

En el panorama actual en el que se encuentra el sector de la construcción, la búsqueda de materiales sostenibles y saludables se ha convertido en una prioridad para arquitectos y constructores comprometidos con el cuidado del medioambiente. ¿Os suena el concepto de bioconstrucción?

Sin embargo, y muy a nuestro pesar,  aún persisten muchos materiales que contienen toxinas perjudiciales para la salud de los ocupantes y para el entorno. Incluso en el mundo de la construcción industrializada con madera algunas empresas siguen apostando por materiales derivados del petróleo (aislantes como el XPS o el EPS, espumas de poliuretano, carpinterías de PVC…) entrando en un choque directo con la madera, tanto a nivel ético como a nivel técnico. 

A continuación, revisaremos los principales tóxicos presentes en la construcción convencional, sus componentes químicos y las opciones naturales que pueden reemplazarlos sin sacrificar un ápice ni de funcionalidad ni de rendimiento.

El formaldehído es uno de los compuestos más comunes en la construcción y se encuentra en aglomerados, MDF, contrachapados, barnices. Incluso en mobiliario, tejidos que no sean naturales y suelos laminados (erróneamente llamados parquet laminado). Utilizado como aglutinante, libera gases tóxicos durante años, afectando la calidad del aire interior. Esta toxina ha sido vinculada con irritaciones respiratorias, alergias y, en exposiciones prolongadas, incluso cáncer.

Alternativa: madera maciza y paneles con colas naturales

Una de las alternativas más eficaces es evitar el uso de paneles aglomerados usando alternativas como los paneles con colas naturales Naturbind de Garnica.  También priorizando el uso de madera maciza sobre paneles de CLT (que no dejan de ser capas de madera enclada) o vigas laminadasEn caso de necesitar usar madera laminada, su uso tendría que ser puntual en puntos de grandes cargas o luces. 

Siempre que podáis, optad por entramados de madera maciza. No solo es más saludable, sino que tiene un impacto positivo en el ciclo de vida de los materiales, siendo completamente reciclable y biodegradable.

Los ftalatos son compuestos añadidos a los plásticos para aumentar su flexibilidad y durabilidad (componentes plastificantes). Se encuentran principalmente en pavimentos laminados, carpinterías de PVC, vinilos, productos embotellados e impermeabilizantes. Estos compuestos se liberan con el paso del tiempo, afectando el sistema endocrino y facilitando problemas hormonales y reproductivos.

Alternativa: Productos de Madera maciza, Bambú y Linóleo

El reemplazo de carpinterías de PVC con materiales naturales no solo elimina los ftalatos, sino que mejora la huella ambiental del proyecto. Las carpinterías de madera siempre son nuestra opción favorita a la hora de bio-construir.

El bambú, en cambio es especialmente atractivo para pavimentos debido a su rápido crecimiento y su capacidad de regenerarse sin replantación. El linóleo natural, hecho a base de aceite de linaza y yute, también otra excelente opción como acabado de pavimento. No emite tóxicos, y tiene una duradera vida útil.

Los COV incluyen una amplia gama de químicos, como el benceno y el tolueno, que se liberan al aire durante y después de la aplicación de pinturas y barnices. También en el humo de tabaco, en aerosoles, en velas aromáticas y en coches. ¿Os suena ese olor a nuevo? Estos compuestos pueden causar dolores de cabeza, náuseas, problemas respiratorios e incluso afectar el sistema nervioso a largo plazo.

Alternativa: Pinturas minerales. Arcilla, cal o silicato.

En en sector de la construcción podemos reducir los COV mediante pinturas naturales a base de arcillas, cal o silicato como las de Naturclay o Keim o Com-Cal. Son la mejor alternativa a las opciones convencionales. Estas pinturas no solo eliminan la emisión de COV, sino que también permiten la transpirabilidad de las paredes, lo que contribuye a regular la humedad interior. No os fieis de pinturas al agua de marcas convencionales, fijaros bien en las fichas técnicas de los productos! 

Para proteger los muebles de madera, podéis optar por aceites naturales como el aceite de linaza o cera de abeja que proporcionan un acabado protector sin los efectos nocivos de los barnices petroquímicos.

Las espumas de poliuretano, poliestirenos extruidos (XPS) y expandidos (EPS), ampliamente utilizadas en aislamientos térmico-acústicos y en selladores, contienen una mezcla de químicos tóxicos, como los isocianatos, que pueden causar problemas respiratorios, irritaciones en la piel y efectos adversos en el sistema inmunológico. Además de ser altamente contaminantes para el medioambiente, no permiten que los muros transpiren provocando problemas de humedades en muros y elementos estructurales.

Alternativa: aislamientos de Fibra de Madera, Algodón o Corcho. 

Para lograr un aislamiento eficiente sin recurrir a materiales tóxicos, se pueden utilizar aislantes a base de lana de oveja, celulosa, cáñamo, corcho o fibra de madera. Son materiales que provienen de la naturaleza, de residuos de la poda (se trituran ramas y se mezclan con agua para conseguir una vez seca una espuma aislante), de ropa reciclada igual que un jersey, de la corteza del alcornoque… Su producción tiene un impacto ambiental muy bajo y son completamente biodegradables.

El Bisfenol-A (BPA) y su sustituto más común, el Bisfenol-S (BPS), son compuestos químicos ampliamente utilizados en la fabricación de plásticos y resinas epoxi, presentes en numerosos materiales de construcción.

Su toxicidad ha sido más estudiada en productos de consumo como recipientes de alimentos y botellas, pese a ello su uso también representa un riesgo considerable para la salud si los usamos en los materiales de construcción. Ambos compuestos tienen propiedades disruptoras endocrinas, lo que significa que interfieren con el sistema hormonal del cuerpo humano. 

Alternativa: Resinas y aditivos naturales

En el hogar deberíamos substituir los contenedores plásticos por contenedores de vidrio y acero inoxidable, materiales naturalmente no porosos y asépticos.

En la construcción deberíamos usar resinas epoxi naturales a base de productos vegetales, como las resinas de lino o soja que son una excelente alternativa a las resinas epoxi convencionales con BPA. 

 

La calidad del aire en el interior de viviendas, oficinas, escuelas, guarderías, edificios públicos, centros de atención sanitaria u otros centros privados y edificios públicos donde las personas pasan gran parte de su vida es un elemento esencial y determinante de la vida sana y del bienestar de las personas.

La exposición en interiores a contaminantes del aire causa daños muy importantes a la salud en todo el mundo, especialmente en los países en desarrollo. Los productos químicos y substancias de las he hemos hablado en este post, son contaminantes comunes del aire interior en todas los edificios del mundo.

La conciencia sanitaria sobre la contaminación del aire interior se ha quedado rezagada con respecto a la del aire exterior.  Justamente por ello la OMS ha publicado una serie de directrices sobre la calidad del aire interior se centra específicamente en estos problemas. El aire limpio es un requisito básico de la vida, aprendamos a mejorar nuestros hogares para mejorar nuestra salud.