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El Día de la Eficiencia Energética es una ocasión crucial para reflexionar sobre el papel fundamental que desempeña la eficiencia de los edificios en la mitigación el cambio climático. En un mundo donde la demanda de energía sigue en aumento y los recursos naturales son cada vez más escasos, optimizar el uso de la energía se convierte en una prioridad imperante.

Impulsar la eficiencia energética no significa comprometer la comodidad y la calidad de vida al disminuir el uso de la energía que usamos en nuestra vida diaria. La mejora de la eficiencia energética se basa en la optimización de los procesos de producción y el consumo de energía, el uso de fuentes de energía renovables en detrimento de los combustibles fósiles, la promoción responsable y el reciclaje, entre otros.

¿Cómo podemos contribuir a la eficiencia energética? 

Hay muchas acciones simples que podemos hacer durante todo el año, no solo el Día Mundial de la Eficiencia Energética, sin ser técnicos o especialistas. Empezando por optimizar las horas diurnas para nuestras tareas, apagar las luces y los dispositivos eléctricos cuando no estén en uso, reemplazar los electrodomésticos viejos por una certificación nueva y utilizarlos racionalmente.

A nivel urbano podemos priorizar el transporte público o la bicicleta. Además de los beneficios ambientales, estas acciones generarán ahorros económicos para nuestro bolsillo.

Como profesionales de la construcción, no debemos olvidar que los edificios representan una parte significativa del consumo global de energía, y por ello es clave tener en cuenta la eficiencia en su diseño y operación es esencial para reducir este consumo y las emisiones asociadas.

En este contexto, el estándar Passivhaus emerge como una solución destacada. Este estándar, originado en Alemania, se centra en la construcción de edificios altamente eficientes en términos energéticos, con un consumo mínimo de energía para calefacción y refrigeración. Los edificios Passivhaus están diseñados para mantener una temperatura confortable durante todo el año, sin necesidad de sistemas convencionales de calefacción o refrigeración, gracias a su excelente aislamiento y diseño meticuloso.

Si no queremos llegar a un nivel tan exigente como es el standard alemán, tendremos muchas ganado simplemente llevando a cabo unas prácticas de buen diseño arquitectónico.

¿Cómo reducir el consumo de energía?

Hay cuatro formas amplias de reducir el consumo de energía en la construcción, lo que en última instancia resulta en la mitigación de las emisiones de CO2 a través de la conservación de la energía. Estos aspectos se describen de la siguiente manera:
  1. Diseño de edificios y viviendas estudiando su orientación para aprovechar la energía solar.
  2. El uso de materiales de baja energía incorporados para la construcción de edificios y viviendas.
  3. Construir tecnologías integradas de energía renovable. Aerotermia o aerotermos con paneles fotovoltaicos.
  4. Electrodomésticos de alta eficiencia energética para conservar la energía operativa del edificio.

La técnica de energía más sostenible es conservar la energía tanto como sea posible. El diseño de edificios bioclimáticos puede ayudar a los esfuerzos de conservación de energía porque el diseño de edificios está directamente relacionado con el uso de energía.

Otro objetivo importante para el sector de la construcción es producir edificios con un mínimo impacto ambiental. El uso de la energía es un tema central, ya que se usa una enorme energía en la construcción de edificios y viviendas. Por lo tanto, es importante considerar los materiales energéticos de baja energía que reducen la energía en la construcción del edificio. La energía incorporada es la energía consumida por todos los procesos asociados con la producción de un edificio, desde la adquisición de recursos naturales hasta la entrega del producto, incluida la extracción, la fabricación de materiales y equipos, el transporte y las funciones administrativas.

Las técnicas constructivas, clave.  

Una técnica que ha ganado popularidad en la búsqueda de edificios más sostenibles es el entramado ligero de madera. Los edificios de madera consumen mucha menos energía desde la etapa de construcción hasta la etapa de operación y mantenimiento.

Este enfoque de construcción utiliza la madera como principal material estructural, aprovechando su renovabilidad, bajo impacto ambiental y excelentes propiedades de aislamiento. El entramado ligero de madera no solo reduce la huella de carbono de los edificios, sino que también promueve la sostenibilidad forestal y proporciona espacios interiores saludables y confortables.

Debemos tener claro que la importancia de la eficiencia energética en los edificios trasciende los beneficios ambientales; también tiene un enorme impacto económico y social. La reducción en los costos de energía también la mejora en la calidad de vida de los ocupantes y tiene un impacto directo en la creación de empleos en el sector de la construcción sostenible fomentado que ésta cope cada vez más cuota de mercado.

Para acabar, en el Día de la Eficiencia Energética es crucial reconocer el papel vital que juegan la eficiencia energética en los edificios, el estándar Passivhaus y el entramado ligero de madera en la construcción de un futuro más sostenible y resiliente para las generaciones venideras.

Es momento de tomar acción y promover prácticas constructivas que prioricen la el cuidado del medio ambiente. 

¿Estás listo para dar el paso?